Preservar la salud, la higiene y prevenir la transmisión del coronavirus se ha convertido en la principal preocupación de los habitantes de las cerca de 2.138 propiedades horizontales que se encuentran registradas en Barranquilla.
A pesar de que la ciudadanía viene tomando precauciones en su vida cotidiana para evitar el contagio de esta enfermedad, muchos edificios, multifamiliares y conjuntos residenciales no han socializado el plan de contingencia de cara al periodo de aislamiento social obligatorio adoptado por la Presidencia, el cual finaliza el próximo 13 de abril.
En opinión de Silvia Padilla Zarate, presidenta de la Lonja de Propiedad Horizontal, la coyuntura que se vive en el país por la propagación del COVID-19 ha desnudado las falencias que se presentan, ya que su reglamentación (Ley 675 de 2001) se encuentra desactualizada.
“Muchos de los administradores de los edificios son adultos mayores y no han asistido hasta este lugar por las medidas de choque del Gobierno nacional con esta población”, dijo Padilla en diálogo con EL HERALDO.
La líder de la agremiación también expuso que esta situación ha hecho que “los mismos propietarios les ha tocado tomar medidas en los edificios debido a esta situación”.
Padilla Zarate sostuvo, además, que el Gobierno nacional no tuvo en cuenta a los porteros, caso contrario al de los vigilantes que hacen parte de empresas de seguridad privada.
“En Barranquilla hay muchos edificios que cuentan es con un portero, que tiene más de 10 o 15 años en esa labor. No se sabe si esas personas pueden seguir prestando sus servicios, porque no están dentro de las excepciones”, aseguró.
Además, puso de presente que algunas empresas de aseo han anunciado que no prestarán sus servicios, lo que podría conllevar a una emergencia sanitaria.
“Sin personas encargadas de la limpieza, es muy difícil frenar la propagación del virus, más aún en las áreas comunes”, agregó.
Por último, indicó que se pueden presentar problemas de convivencia por la falta de reglamentación sobre las mudanzas y reparaciones locativas en el interior de los conjuntos.
“No es claro si se pueden realizar mudanzas o arreglos dentro del mismo edificio. Eso puede convertirse en un dolor de cabeza para los inquilinos”. cerró.